La diversidad cultural en nuestro país está influenciada por la geografía. Esta aporta características particulares a las expresiones culturales, pero también incrementa la dificultad de conocer la cultura del otro. Ante esta realidad, esta exposición quiere acercarnos culturalmente mediante el arte.
Por primera vez y acogidos por el ICPNA en el 2019, las tradiciones vinculadas a las fiestas patronales ancashinas del Señor de la Soledad o Señor de Mayo (Huaraz) y de la Virgen de las Mercedes (Carhuaz), se expusieron en Chincha, importante ciudad iqueña, y luego en Iquitos, capital de Loreto.
Dichas festividades fueron registradas fotográficamente por nuestra persona y los excelentes artistas Adrián Portugal, Max Cabello, Marco Garro, Víctor Idrogo, Eva Valenzuela, William Reyes Milla, Dickens Rondan, Steven Guío, Jhony Norabuena y Richard Alegre, que vienen de diversas procedencias —Lima, Huaraz y Carhuaz— y cada uno de ellos, mediante su visión y talento, reflejan estas celebraciones cuya característica notable es el sincretismo entre el culto católico y las costumbres precolombinas. Esta convivencia, asentada en una devoción a lo sagrado, no está exenta de tensiones y contradicciones que, en los días de fiesta, se desvanecen y se convierten en algarabía y fe intensas. En Carhuaz, por ejemplo, cobran relevancia las Novenas, que tienen un carisma familiar y amical por la tradición de los Quellis (obsequios para que el mayordomo cumpla con sus funciones). En Huaraz, por su parte, la gran cantidad de danzantes que asisten a la Octava, dan a la fiesta una intensidad musical y dancística sinigual.
Este esfuerzo primordial para el reconocimiento de la identidad regional en la cultura peruana —imposible sin el apoyo institucional del ICPNA, de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Áncash y de AVE editora—desea generar una mirada amplia sobre la tradición cultural, enfatizando su contemporaneidad y su valor para el espectador nacional y extranjero.
Agradecemos también, la colaboración de la Asociación de Danzantes Señor de la Soledad, el Hotel Boutique Amelita y Olaza’s Hotel, así como de muchas personas entre familiares y amistades que hacen posible este proyecto.
Esperamos finalmente que el ojo y el corazón de quienes visitan esta exposición virtual, puedan encontrar diferencias y similitudes con sus propias tradiciones culturales, y que de esta manera nos re-conozcamos como peruanos.
Miguel “Micha” Valverde Robles
Artista Visual y Gestor Cultural
ESTUDIO MIVARDO
EN CARHUAZ
En agosto, los mayordomos envían dulces tradicionales a sus Quellis (obsequiantes) para recordarles su compromiso. Se prepara el famoso Pomelo (macerado de jugo de toronja o pomelo con pisco), la chicha de jora, el picante de cuy y la yunca (sopa de trigo con cordero). Los danzantes se alistan, la fiesta comienza a vibrar…
EN HUARAZ
Las instituciones civiles y religiosas coordinan los recorridos que hará el Señor de Mayo. Se empieza a construir el Velón (ornamentos de cera sobre una estructura de madera). Cientos de danzantes ensayan fervorosamente, algunos de ellos y los contados mayordomos alistan el puchero (sancochado de repollo, verduras y cordero) y la chicha de jora. La fiesta empieza a resonar…
EN CARHUAZ
Las novenas comienzan el 14 de setiembre. Los Quellis llevan diversos regalos a los mayordomos: leña, cuyes, avellanas, toros, cerveza, flores, recuerdos, etc., se acompañan con “roncadoras” (músicos con flautas, bombo o tinyas), pequeños conjuntos o grandes bandas musicales. ¡La fiesta ha comenzado!
EN HUARAZ
Terminadas las novenas, que solo se celebran con misas, el Señor de Mayo sale de la Iglesia de La Soledad a visitar diferentes barrios. En su procesión de ida y vuelta, es acompañada por muchos devotos y algunos conjuntos de danzantes como Shacshas y Huanquillas. La devoción festiva impregna las calles huaracinas.
EN CARHUAZ
El 23 y 24 de septiembre la Virgen de la Mercedes sale en procesión. Es acompañada por mayordomos, devotos y conjuntos de danzantes (Antihuanquillas, danza tradicional, y Caporales y Tinkus, danzas puneñas). Son los días de mayor devoción: la iglesia rebalsa de personas, el obispo oficia la misa del día principal. Finalmente, en ambas noches, frente a la iglesia, en la Plaza de Armas, se queman enormes castillos con música y baile.
EN HUARAZ
EL 2 de mayo, el Señor de Mayo vuelve a su iglesia y se celebra una misa con todos los devotos y danzantes (usualmente Shacshas y Huanquillas), que acompañaron la procesión. Esa noche se queman castillos frente a la iglesia, en la Plazuela de La Soledad. Al día siguiente, 3 de mayo, día principal, luego de la misa de mediodía, el patrón sale acompañado de mayordomos y devotos, que, con cuadros y crucifijos que han traído a bendecir, recorren la pequeña plazuela.
Son los días finales de la fiesta, cuyo día principal es el octavo día después del día principal. Ese día hay misa y procesión.
EN CARHUAZ
El 29 de septiembre, es el Rompe, día en que entran los danzantes en la ciudad. Son principalmente de Carhuaz y sus distritos, pero también vienen de Huaraz, Paramonga, Huancayo e inclusive de Puno. Destacan los Antihuanquillas, Huanquillas, Shacshas, Atahualpas y Cusqueñitos. El 1 de octubre es el día principal. Los devotos de la zona rural hacen suya la fiesta, al ritmo de bandas, roncadoras, fe y mucha efusividad.
EN HUARAZ
El 10 de mayo es el día principal de la octava. A partir del Rompe, alrededor de 40 conjuntos de danzantes recorren la ciudad, camino a venerar al patrón huaracino en su iglesia. La mayoría de ellos son de Huaraz y sus distritos, pero otros vienen de Carhuaz y Paramonga. Son abundantes los conjuntos de Shacshas, tradicionales y modernos; menor es la cantidad de Huanquillas, Antihuanquillas, Atahualpas, Pallas u otra danza. De esta manera la octava huaracina es la más grande e intensa del Callejón de Huaylas.
Es el último día de la fiesta, los patrones vuelven a sus altares.
EN CARHUAZ
La despedida de la Virgen de las Mercedes genera un sentimiento indescriptible, entre tristeza y alegría. Se hacen largas colas para tocar y besar su manto. Los 16 días oficiales de la fiesta han sido celebrados intensamente. Sumados a los días de preparativos, que son notables y únicos en la zona, hacen de la fiesta carhuacina la más larga e intensa del Callejón de Huaylas.
EN HUARAZ
Cientos de danzantes se despiden bailando y llorando del patrón: “Si aún me das vida, volveré el próximo año a venerarte” dicen los más sentidos danzantes. Este día hay una última procesión. Llegados a la iglesia, desclavan al patrón y luego, conjunto por conjunto, de despiden de él. La fiesta ha terminado.
Detrás las festividades —sobre todo en Carhuaz— hay un trabajo arduo de Camachicos (administradores de la preparación y reparto de comidas y bebidas) y cocineras, ya que se consumen miles de platos de yunca, de picante de cuy, de litros de chicha de jora y de Pomelo (este último preparado por mayordomos o por empresas). También se consumen miles de cajas de cerveza. Hay, sin embargo, personas que —por su credo religioso, por indiferencia o por otra razón— no participan en la fiesta.
Con el apoyo de:
Con colaboración de: